martes, 19 de junio de 2012

Acertijos de Sam Loyd (III): El acertijo del oráculo

La fe implícita que los antiguos griegos, romanos y egipcios depositaban en los oráculos de sus dioses puede apreciarse cuando advertimos que, desde la declaración de una guerra hasta la venta de una vaca, no se llevaba a cabo ninguna transacción sin el consejo y la aprobación de los oráculos. La famosa pintura de Júpiter en Dodona muestra a dos campesinos consultando al oráculo acerca de algún asunto de poca importancia y, de manera imperiosa, se les ordena que se miren en un espejo. Para ilustrar la sobrecogedora importancia y dignidad, o más bien el misterio que rodeaba las cosas más insignificantes, el dibujo muestra a dos pobres campesinos que desean saber si el gran Júpiter sonreirá de manera auspiciosa ante la compra de un cordero y un cabra. "¡Se reproducirán", dijo el oráculo, "hasta que las ovejas multiplicadas por las cabras den un producto que, reflejado en el sagrado espejo, muestre el número del rebaño completo!".
Hay cierta ambigüedad y cierto misterio en las palabras del oráculo, a pesar de lo cual presentamos el problema a la consideración de nuestros lectores.


1 comentario:

  1. muy interesante, me encantan los acertijos y el oráculo siempre hace igual es ambiguo... mu bueno :)

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