Philip Roth, Príncipe de Asturias...

...O Príncipe de las letras, en cualquier caso es una gran alegría que hayan concedido este galardón al escritor estadounidense. No es que  Murakami nos caiga mal, ni mucho menos, pero es que nos complace íntimamente que se valore la descomunal prosa de Roth. Este autor ya había sido premiado con el Pulitzer en 1998, gracias a su novela Pastoral americana, y es el responsable de algunas de las mejores novelas de la literatura estadounidense de los últimos 30 años (El mal de Portnoy, Goodbye, Columbus o La mancha humana son ejemplares). Su mano es ágil y directa, y no se anda con remilgos. Mezcla con vigor sus influencias (Scott Fitzgerald, Faulkner o Dos Passos) y deja al lector pasmado (a nosotros, por lo menos). ¡Viva Roth!

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